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viernes, 13 de febrero de 2015

Controles regulares pueden bajar índice de cáncer uterino

 
Según datos del Servicio Departamental de Salud (SEDES) en Bolivia, la tasa de mortalidad de mujeres por cáncer de cuello uterino es una de las  más altas de Latinoamérica.
 
 
Henry Flores, director departamental de esta instancia informó que cerca de 1.440 mujeres pierden la vida cada año por esta enfermedad y otras 480 por cáncer de mama. Que 10 de cada 100 mujeres tiene problemas iníciales de cáncer de cuello uterino y que la mayoría de las mujeres afectadas se encuentran en las áreas rurales y son jóvenes.
 
La causa más probable: el “miedo a la consulta ginecológica”
 
Mario Aramayo Andulce, Jefe Médico del Centro de Salud Sexual y Salud Reproductiva (CIES) manifestó que gran parte de la población femenina en Bolivia no tiene la cultura de asistir a las citas ginecológicas. Un estrecho paso de la salud a la enfermedad. Sólo un papanicolaou al año podría salvar la vida de muchas mujeres.
 
“El alto porcentaje que tenemos de muertes de mujeres por cáncer uterino, es por la falta de atención médica desde que inician su vida sexual. El cáncer de cuello uterino es provocado por el virus del papilona humano que puede modificar genéticamente las células del cuello cervical y comienza con pequeños nódulos que son tratables al 100% cuando la mujer detecta esta anomalía”, explicó Aramayo.
 
Agregó que la mayoría de las mujeres con cáncer uterino están muriendo antes de los 37 años y que la forma más eficaz de bajar los altos índices de mortalidad por cáncer uterino o de mamas es que las mujeres adquieran el hábito de asistir a sus controles médicos regulares.
 
CIES y Marie Stopes son dos de los varios centros de salud que ofrecen consultas y exámenes a un costo accesible. Los paquetes de revisión para prevención y/o detección de cáncer oscilan entre los 130 y 150 bolivianos. No obstante, en época de campaña los precios suelen bajar aún más.
 
Publicado por Erbol

Jóvenes reconocen al menos 6 formas de violencia en el carnaval

Un grupo de jóvenes, entre los 14 y 16 años de edad, reconocieron ciertas formas de ejercer violencia durante las fiestas del carnaval. Las muchachas y muchachos coincidieron en que la violencia se ejerce tanto de parte de los hombres como de las mujeres, sin embargo ellas serían las más ofendidas.  
 
Fueron identificadas 6 formas: golpes durante juego con globos de agua; toques insanos en el juego con espuma; el corso de mayores con los disfraces grotescos que imitan a la mujer y denigran a las personas homosexuales; el odio en el juego con harina y pinturas; el choque de pandillas o grupos durante el juego con agua, donde incluso ocurren robos y el derroche de agua que atenta contra el medioambiente.
 
Torpe juego con globos de agua
“Son muy torpes y te golpean, te lanzan globos estando frente tuyo, te lastiman las piernas y duele”. Patricia, 14 años.
 “Hay violencia porque las chicas también te meten mano, una vez yo estaba de lo más abrigado y me llego un globo y no me gustó”. Yan, 14 años
 
Espuma para tapar la visión y maltratar  
“Te echan espuma en la cara y te manosean”. Andrea, 15 años.
“Te quitan la espuma y te tapan la vista para meterte mano y no te puedes defender porque no sabes quién es”. Daniela, 14 años.
 
El corso de mayores, golpes y disfraces ofensivos de mujeres  
 “Tenemos el corso de mayores en el cual hay mucha violencia, se agarran a puñetes, te lanzan globos de hielo y faltan el respeto a las mujeres”. Andrés, 15 años.   
“Lo primero que se viene a la cabeza es “travesti” y yo no haría eso, en cierto sentido parece de una forma divertida pero en otro sentido es ofensivo para las personas homosexuales”, Pablo, 15 años.
“Es muy malo porque estamos insultando al próximo, a las mujeres estamos degradándolas a un nivel muy bajo creyendo que el hombre siempre va estar por delante de la mujer sabiendo que la mujer nació de la costilla del hombre”. Saúl, 15 años.
 
Odio en el juego con harina
“Hay violencia porque aprovechas de darle globazos, harinazos o huevazos a tus enemigos o a quien te cae mal”. Erika, 14 años.
Pandillas de juego con agua, una oportunidad para robar  
“En Santa Cruz por ejemplo, en los barrios, tienen globos en las puertas de las casas y tienes que pasar rápido porque si no te meten mano o te roban hasta el celular”. Tatiana, 16 años.
 
Derroche del agua, maltrato al medioambiente
“Al mismo tiempo es bueno y malo, te diviertes pero estas derrochando el agua, en el colegio nos prohíben pero igual nos vamos afuera a jugar, hay más violencia contra las chicas, las agarran más a ellas”. René, 16 años.
 
Como se pudo constatar, la juventud tiene muy claros varios conceptos sobre la violencia que se ejerce en estas fechas. Gracias a ellos podrían suscitarse cambios buenos en nuestra sociedad.
 
Sólo depende de las madres y padres, de los educadores y guías escolares el poder fomentar en nuestros jóvenes la reflexión sobre estas conductas que ellos mismos reconocen como insanas y violentas.   
 
Vivamos un carnaval sin excesos, maltrato ni violencia.
 
Publicado por Erbol