La mortalidad materna infantil es un problema mundial, mucho más para países en desarrollo. Los índices son alarmantes y preocupantes; en Bolivia por ejemplo, 4 a 6 de cada 100 niños recién nacidos mueren cada día, informó el Gobernador de La Paz, César Cocarico.
“En algunos municipios en Bolivia tenemos 60 de cada mil muertes de recién nacidos, en otros, la cifra es de 40 de mil. Eso significa que de 100 niños recién nacidos, seis mueren cada día”, reveló.
"En Bolivia, el riesgo de morir por una causa vinculada con el embarazo, parto o post parto es muy alto. Cada año aproximadamente 623 mujeres mueren por consecuencias de complicaciones durante el embarazo", expresa el diagnóstico del Plan Nacional para Mejorar la Salud Materna del Ministerio de Salud.
La autoridad departamental paceña, manifestó su preocupación por la alarmante cifra y reveló que este triste panorama se debe a la falta de atención en salud.
“Éstos índices son altos, ya que además, entre el primer y cuarto año de vida, también mueren por enfermedades. De tal manera que en la infancia en Bolivia hay muchos niños que mueren en Bolivia y eso es sólo por falta de atención en salud”, indicó Cocarico.
En el año 2005, la Organización Panamericana y Mundial de la Salud publicó que, cada minuto mueren 20 niños menores de 5 años, esto implica que, en todo el mundo cada año mueren cerca de 11 millones de niños.
Más de 500.000 madres mueren cada año en todo el mundo durante el embarazo y el parto. De estas mujeres alrededor de 23.000 son del continente americano.
Incluso mencionan que la mortalidad materna infantil en Oruro es una de las más altas del país, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística.
Cocarico dijo sentirse esperanzado en que Bolivia pueda mejorar estos índices de salud, con la colaboración de organismos internacionales en el área se podrá evitar y reducir la mortalidad materna infantil, apuntó.
El índice de mortalidad materna en Bolivia, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del 2007, es por cada 100.000 nacidos vivos, fallecen 390 madres. Esta cifra es 65 veces superior a la tasa española, con 6 fallecimientos por cada 100.000 nacimientos. Para poner freno a esta situación es imprescindible trabajar en la atención de las madres durante el embarazo, el parto y el puerperio o postparto.
En áreas rurales y dispersas de Bolivia, la mayoría de las mujeres no tienen acceso a servicios de salud ni realizan los cuidados necesarios durante y después del embarazo y el parto, situación que incrementa su vulnerabilidad ante las complicaciones que puedan surgir. Se calcula que un 62% de las muertes maternas tiene lugar durante el embarazo, el 23% ocurre en el parto y el 16% en el puerperio, siendo mayor la incidencia cuando las madres no son atendidas por personal capacitado.
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