 El embarazo en las adolescentes es una 
crisis de la juventud. Comprende profundos cambios somáticos y 
psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de 
conflictos no resueltos anteriormente. El jefe de la Unidad de Promoción
 y Prevención de Enfermedades del Servicio Departamental de Salud, SEDES
 La Paz, Marco Colque, informó que la proyección de este fin de año en 
embarazos adolecentes del departamento paceño es de 14.000 niñas. El 
primer semestre de este año ya se registró 6.911 casos.
El embarazo en las adolescentes es una 
crisis de la juventud. Comprende profundos cambios somáticos y 
psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de 
conflictos no resueltos anteriormente. El jefe de la Unidad de Promoción
 y Prevención de Enfermedades del Servicio Departamental de Salud, SEDES
 La Paz, Marco Colque, informó que la proyección de este fin de año en 
embarazos adolecentes del departamento paceño es de 14.000 niñas. El 
primer semestre de este año ya se registró 6.911 casos.
La mayoría de las adolescentes no planean embarazarse, pero muchas lo
 hacen, por no tener cuidados anticonceptivos o mala información. 
Además, los embarazos en la adolescencia tienen riesgos adicionales de 
salud tanto para la madre como para el bebé. Con frecuencia, al menos en
 países menos desarrollados, las adolescentes no reciben cuidados 
prenatales a tiempo y tienen mayor riesgo de hipertensión arterial y sus
 complicaciones durante el embarazo. Los riesgos para el neonato 
incluyen partos prematuros y con poco peso al nacer.
“En realidad la tendencia sigue siendo progresiva y esa es la 
preocupación que tenemos en el sentido de activar mucho más la parte de 
poder hacer actividades de prevención. Se tienen que implementar y 
reforzar mucho más la atención de centros diferenciados para trabajar 
con adolescentes y padres, así evitar casos de embarazos no deseados”, 
señaló Colque.
De acuerdo a la Organización Apprende Bolivia, los embarazos en la adolescencia ocupan las tasas de fecundidad global más altas de la región (4,4% para menores de 19 años, en relación al 3,8% de las mujeres en edad fértil del país). El 13% de las adolescentes estuvieron embarazadas alguna vez.
El embarazo en la adolescencia se lo define como “el que ocurre de 
los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal, al tiempo 
transcurrido desde la menarca, y/o cuando la adolecente es aún 
dependiente de su núcleo familiar de origen”.
A nivel de América del Sur, Bolivia es el tercer país con una mayor 
tasa de fecundidad específica en mujeres adolecentes. El 41% de mujeres 
entre 20 y 24 años de edad fue madre antes de los 20 años. Y en el área 
rural, más de la mitad 56%.
Además, más de la mitad de los embarazos en adolecentes no son 
planificados, según el SEDES La Paz, “estos datos que se presentan son 
de las jóvenes que acceden a establecimientos de salud, pero puede haber
 muchos casos que por razones de conducta, reacciones, tabúes y 
discriminación, lleven un embarazo oculto y la cifra puede ser mucho 
mayor”, dijo Colque.
De acuerdo a Apprende-Bolivia (Asociación Para la Prevención de Embarazos No Deseados), son muchos los factores que influyen al 
momento de una relación sexual temprana, llevando a un embarazo no 
deseado:
-       Causas familiares: familias desestructuradas, pues muchas veces son, hijas de madres adolescentes.
-       Factores socioculturales: bajas condiciones socioeconómicas, 
con una baja escolaridad. Falta de madurez psicológica de las/os 
jóvenes, que son poco comprometidos con sus responsabilidades.
-       No utilización de métodos anticonceptivos. Las primeras 
relaciones sexuales son espontáneas, no planeadas, lo que dificulta la 
utilización de anticonceptivos, con una baja motivación para su uso.
-       Falta de una adecuada educación sexual, que se explica porque
 se diluye la responsabilidad educativa entre los padres, madres, 
profesores y proveedores de servicios de salud, obteniendo las jóvenes 
esta información de sus amigas.
-       Desconocimiento de la ubicación de centros de información, 
orientación y oferta de servicios de anticoncepción, además del miedo de
 acudir a las consultas por si sus padres se enteran.
Dentro de las políticas y compromisos, y como parte del Plan Andino 
de Prevención del embarazo en adolecentes y bajo resolución Ministerial 
del 2010, se declara la semana de prevención de embarazos no 
adolecentes, a partir del 22 de septiembre hasta el 29 del mismo mes.
Publicado por GAIA Noticias
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