Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el
noviazgo. Por otro lado muchas de las mujeres que son maltratadas
durante el matrimonio aseguran que vivieron violencia en esta etapa.
Al principio, un comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada
pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede
llegar a dimensiones tan grandes que incluso llevan a la hospitalización
de la persona agredida.
Los adolescentes son más vulnerables a padecer cuadros de violencia
en el noviazgo, y es más común que la ejerzan los hombres, sin embargo
las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el
chantaje, que son maneras psicológicas que pueden traer serias
consecuencias como la muerte, de acuerdo a Zoraida Paez, psicóloga del
CIDEM.
Las formas de violencia pueden ser físicas como: empujones, arañazos,
mordeduras, estrangulamientos, agresiones y la violencia psicológica
emocional va desde insultos, gritos, menosprecios, palabras ofensivas,
sometimiento y chantaje.
La pareja no se da cuenta de la situación que está viviendo porque
hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que está
tomando la relación. Estar enamorados no les permite pensar
objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo violencia
sobre su pareja o son víctimas de ésta, señala un sitio mexicano web
sobre violencia y agresiones.
Cuando se enamoran idealizan a la pareja y se creen capaces de
superar esa "mala racha", tolerarla e incluso perdonar "sus arrebatos",
porque se piensa que acciones son “por amor”, sin embargo es preciso
tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato y ofensas con
amor e interés por la pareja.
Los trastornos mentales serían mayores que los físicos, que
generalmente se traducen en empujones, maltratos y agresiones con armas
blancas.
Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de
violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
Primero comienza con la violencia psicológica después se pasa a la
física y luego a la sexual.
“La violencia sexual frecuentemente se da en las adolescentes, que
son obligadas a tener actividad sexual. Son ataques intencionales con el
objetivo de controlar y dominar a la pareja”, dijo Paez.
El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por
confianza, sucede cuando la pareja es presionada a tener relaciones
sexuales, luego de insinuaciones, chantajes y amenazas, finalmente la
pareja logra que acepte, aún en contra de sus deseos.
La violencia sexual trae otros tipos de consecuencias, como embarazos
no deseados e Infecciones de Transmisión Sexual ITS, detalló.
Publicado en GAIA noticias
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