En 1960, el promedio de hijos por madre en Bolivia era de 6,7. Medio siglo después, a 2011, la tasa no supera los 3,3 por madre. Dos de cada diez madres son adolescentes.
La tasa de fertilidad decrece en toda la región. Ahora, las mamás bolivianas tienen cada vez menos retoños y son más jóvenes, lo que trae beneficios y desventajas. Por cada 250.000 embarazos, 50.000 son de jóvenes menores de 19 años.
María Casas, de 19 años, dio a luz a un niño el viernes 24 en La Paz. Es su primer hijo y planea buscar el par, pero no más. El caso de esta joven madre es un ejemplo de la tasa de fertilidad de Bolivia, que en 50 años registra una disminución del 50%.
En 1960, el promedio de hijos por madre en el país era de 6,7. Medio siglo después, a 2011, la tasa no supera los 3,3 por madre, según datos del Banco Mundial (BM), elaborados con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD de las Naciones Unidas.
“Estoy muy feliz. Con mi esposo planificamos tener dos hijos; en realidad, una parejita. Dentro de tres años esperaremos a la mujercita. Ahí nos quedaremos”, señaló María, quien fue atendida en el Hospital de la Mujer.
La tasa de fertilidad o tasa global de fecundidad es una variable demográfica que muestra el número promedio de hijos que nacerían si todas las mujeres vivieran hasta el final de sus años fértiles y dieran a luz.
Se trata de una realidad que se presenta en la generación de madres desde 2000, cuando se bajó la tasa de cuatro a tres hijos.
Y es más notoria cuando en cada Día de la Madre (como este 27 de mayo) las abuelas son festejadas por sus hijos, en un promedio de cinco; y sus hijas no superan los tres vástagos.
La reducción de la tasa de 6,7 a 3,3 en 50 años podría considerarse como un retroceso para Bolivia, en términos de crecimiento poblacional, pero las autoridades nacionales aseguran lo contrario.
“La tasa de fecundidad actual es el reflejo del desarrollo de la sociedad, porque hay más información sobre la sexualidad y métodos de prevención, y sobre el derecho de la mujer a decidir cuántos hijos quiere tener o si no los quiere”, declaró a La Razón el viceministro de Salud, Martín Maturano. En otras palabras, menor crecimiento demográfico, pero mayor bienestar para la descendencia.
Las proyecciones del INE van más allá. Para el quinquenio 2015-2020 se prevé una tasa de fecundidad de 2,75; para 2020-2025, de 2,47, y para 2025-2030, de 2,26.
No obstante, Bolivia presenta la tasa más alta de la región, si se toma en cuenta que Paraguay tiene un promedio de 2,9 hijos por madre; Perú, 2,4; Argentina, 2,2; Chile, 1,85; y Brasil, 1,81, los países vecinos. Incluso Haití registra una tasa de 3,2. A nivel mundial, Zambia, Uganda y Afganistán presentan tasas por encima de los seis hijos promedio por cada madre.
La importancia de un crecimiento poblacional ordenado tiene su beneficio. “La baja fertilidad tiene la ventaja de que, siendo menos, los hijos reciben más atención y cuidado por parte de los padres; el esfuerzo que les dedican es mayor, por lo que dispondrán de más recursos (materiales, sanitarios, educativos y otros) que si la fertilidad hubiera sido más alta”, según dice en su blog Juan Ignacio Pérez, catedrático e investigador de la Universidad del País Vasco (España).
En ese ámbito, un promedio mayor a dos hijos por mujer significa una relativa estabilidad en términos de cifras totales y refiere poblaciones en aumento y cuya edad media disminuye.
Tasas más elevadas también pueden indicar dificultades para las familias, en algunas situaciones, para alimentar y educar a sus hijos y para las mujeres que desean entrar a la fuerza de trabajo.
En tanto, promedios por debajo de dos hijos por mujer indican una disminución del tamaño de la población y una edad media cada vez más elevada, señala el reporte The World Factbook, un documento elaborado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos con información básica de diversos países del mundo.
Aun así, el presidente Evo Morales considera que la población del país no tiene el crecimiento similar al de otros países. “China tiene 1.300 millones de habitantes, nosotros apenas 11 millones”, dijo el 16 de marzo en un acto en Cochabamba, en presencia de las Seis Federaciones del Trópico.
Ese día, en tono de broma, la autoridad sugirió prohibir el uso de condones para aumentar el número de habitantes en Bolivia.
Censo. Los datos preliminares del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 presentaron una población de 10,3 millones de personas, lo que representa una densidad de cerca de diez personas por kilómetro cuadrado, la más baja de la región, si se considera que el país tiene una extensión de 1.098.581 kilómetros cuadrados.
Ecuador tiene la densidad poblacional más alta, con 54 habitantes por kilómetro cuadrado; Perú registra 23, al igual que Chile; Paraguay, 16; y Argentina, 15, según el Banco Mundial.
Mientras tanto, María, ajena a las tasas, índices y cifras, pero consciente de sus limitaciones, sólo espera que su hijo tenga salud y que ella pronto pueda conseguir un trabajo para ayudar a su esposo, que es técnico en computación. “Mi hijo se llamará Dorian Matías; por ahora quiero que Dios le dé salud y a nosotros trabajo. Luego el tiempo dirá”, afirmó al ver a su retoño.
Dos de cada diez madres son adolescentes
A sus 19 años, María Casas ya está casada, planificó el nacimiento de su primer hijo y tiene clara la idea de cuántos y cuándo quiere tener más retoños, lo que no ocurre con el 20% de madres que son menores de edad en Bolivia.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia informó que entre 2003 y 2008 la tasa de embarazos precoces se incrementó en 4%, es decir de 14% a 18%.
Al menos la mitad de estos embarazos no fueron planificados al momento de la concepción. De acuerdo con el PNUD (Informe sobre Desarrollo Humano 2013), la tasa de fecundidad adolescente en Bolivia es de 74,7 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años. De esa forma, las proyecciones señalan que a 2012 la tasa llegó al 20%. Un indicador que debe ser confirmado con los datos del último censo.
La Encuesta Nacional de Juventudes de 2008 señaló que los municipios con las mayores tasas de embarazo en adolescentes son: El Alto (La Paz), que registra un promedio de 83%; Santa Cruz, con 71%; Guayaramerín (Beni), 76%, y Riberalta (Beni), con 71%.
El reporte revela que en el país el embarazo y la maternidad en adolescentes se registra con mucha mayor frecuencia en mujeres con bajo nivel educativo y entre las que viven en condiciones de pobreza.
Esta realidad preocupa al Gobierno, principalmente por los efectos de la poca información y orientación a la que acceden los jóvenes en cuanto a las relaciones sexuales y la planificación familiar. Así lo explicó el viceministro de Salud, Martín Maturano.
“Es un tema que nos preocupa. Ahí están los indicadores; el 20% de los embarazos es de menores de 20 años. O sea que si estamos esperando 250.000 embarazos en Bolivia, 50.000 serán de menores de 20 años”, dijo.
Según proyecciones estadísticas, de los 10 millones de habitantes en Bolivia, 3 millones corresponden a las edades de 13 a 24 años.
Para Maturano, el aumento de los casos de embarazo en adolescentes tiene una implicancia psicológica, biológica y social que afecta al desarrollo del país. “Por eso estamos en permanente trabajo con todos los servicios de salud para que informen en los colegios y capaciten sobre embarazos riesgosos, sexualidad, ITS (Infecciones de Transmisión Sexual)”, indicó.
Publicado por La Razón