Con pasos cautelosos y vestidas de blanco, Noni (17), Rebeca (17), Carla (16), Esmeralda (14) y Sarita (12) se dirigen al mismo colegio, ubicado en el municipio El Torno, a pasar clases. Caminan pensativas, no pueden escapar a las miradas de la gente, algo a lo que han tenido que acostumbrarse desde hace ya varios meses. Sus rostros denotan juventud, pero su voluptuso abdomen refleja los signos de maternidad.
Dos zonas están 'golpeadas' por los casos.
El hecho de que cinco adolescentes, de entre 10 y 17 años, asistan a un colegio de El Torno es una realidad que golpea y preocupa al departamento de Santa Cruz. Aunque no se conoce en detalle la situación de cada centro educativo, la responsable del Programa Adolescencia del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Maritza Camargo, confirma que en cada gestión educativa se tiene un promedio de cinco adolescentes embarazadas. “La situación de El Torno es una realidad que se replica a diario en todas las unidades educativas del departamento. Y eso, es lo que queremos minimizar, queremos bajar esas estadísticas”, confiesa Camargo, al señalar que la Red de Salud Este (integrados por la Villa Primero de Mayo y el Plan Tres Mil), son las zonas más vulnerables de embarazadas precoces en los colegios.
La crítica situación de la juventud, dice Camargo, se atribuye a los problemas relacionados con el bullying( acoso escolar), las pandillas, el consumo de alcohol y las drogas, entre otros problemas sociales. Por esta grave situación, el Sedes ha hecho énfasis en el desarrollo de programas ligados a la sexualidad de los adolescentes, como la prevención de embarazos, el aborto, VIH-Sida e ITS. Sin embargo, la falta de fondos económicos ha afectado la ejecución de planes de todas las problemáticas arriba señaladas que padecen los jóvenes.
Alarma el número de casos en Santa Cruz. A juzgar por datos estadísticos divulgados por el Programa Adolescente del Servicio Departamental de Salud, en el departamento de Santa Cruz, de 2004 al 2009, la tasa de adolescentes embarazadas entre 10 y 19 años se incrementó de 14 mil a 27 mil casos en solo 5 años. “En 2010 hubo una estadística desastrosa”, afirma Maritza Camargo y arroja un dato espeluznante: la tasa de embarazos subió de 27 mil a 35.281 casos en adolescentes.
Contrariamente, desde 2011 las estadísticas han ido en descenso, de 35 mil a 31 mil; mientras que en 2012 cerraron con 28 mil adolescentes embarazadas en todo el departamento cruceño. “De todas maneras estas cifras son alarmantes. Yo siempre hago el parangón, si consideramos que al estadio Tahuichi entran 40 mil adolescentes. Imagínese la cantidad de adolescentes embarazadas que tenemos. Por supuesto, esto constituye una problemática muy grande, que tiene sus efectos”, sostiene Camargo, al señalar que las estadísticas de la presente gestión serán divulgadas en septiembre, en ocasión del Día Mundial de Prevención del Embarazo no deseado.
Ven un 'descontrol' de la sexualidad y fallas en la educación. Para la sexóloga Carolina Rivero, el hecho de que haya un promedio de hasta cinco adolescentes embarazadas en cada colegio, lo atribuye al descontrol de las emociones de la sexualidad. “Es un descontrol porque ellos (los adolescentes) creen que lo que hacen está bien”, dice y afirma que el único medio que les habla de sexualidad a la juventud es internet, que descontextualiza la vida sexual de las personas. Rivero señala que los jóvenes no deben basar su vida solamente en lo sexual, sino que deben integrar lo espiritual y corporal. En el contexto educativo, dice Rivero, los casos de alumnas embarazadas se están normalizando en los colegios.
Álvaro Puente, pedagogo y ex director de colegio, asegura que la vida sexual de los adolescentes cada año es más precoz. Para Puente es 'imperdonable' que en pleno siglo XXI ,en el que la ciencia está avanzada y donde existen muchos métodos anticonceptivos, la menores de edad queden embarazadas. En consecuencia, el profesor Puente, quien tuvo dos adolescentes embarazadas cuando era director de colegio, sugiere que la educación que se imparte en las escuelas sea para la vida, profunda, seria y útil. “Es una lástima que tengamos a nuestra juventud sin la cultura elemental que hay en todo el mundo y que sabe manejar estas cosas”, sostiene, al señalar que los programas de capacitación en salud sexual no funcionan porque no llegan a la juventud.
Ministerio de salud cree que hay un problema de salud pública. A nivel general, el viceministro de salud, Martín Maturano, reportó que en Bolivia la población adolescente, comprendida entre los 10 y 19 años, representa el 23% de todos los habitantes del país. Maturano detalló que, del total, el 49% son adolescentes del sexo femenido, siendo el 18% madres. Esto quiere decir que, de 230 mil partos anualmente, el 18% corresponden a embarazos en chicas menores de 20 años.
A decir de la segunda autoridad de salud, los municipios de mayor prevalencia con jovencitas encinta corresponden a El Alto, Santa Cruz, Guayaramerín, Riberalta y Colcapirhua.
“Del 100% de embarazos, el 20% corresponden a chicas muy jóvenes. Esto quiere decir que hay 46 mil casos de menores en gestación en todo el país”, subrayó. El Sedes Santa Cruz tiene diferentes programas.
El programa de Adolescentes, es uno de ellos, cuyos proyectos son financiados por Umfpa, Unicef, Cepad y Plan Internacional y el Cies, aunque de este último patrocinador no se sabe lo que pasará, señala Maritza Camargo.
Importante: Un embarazo en la adolescencia se puede evitar
- Utilizar adecuada y oportunamente la información sobre el embarazo, sus riesgos y la forma de prevenirlos.
- En caso de tener relaciones, utilizar el condón adecuadamente durante todas las relaciones coitales, sobre todo porque el ciclo menstrual durante la adolescencia suele ser irregular.
- Conocer todos los métodos anticonceptivos existentes, sus ventajas y desventajas durante la adolescencia y consultar al médico para que si se desean tener relaciones administre el método anticonceptivo ideal para cada jovencita.
- Evitar el consumo de alcohol y drogas, para no perder el control cuando se esté con la pareja y puedan tomar decisiones pensadas y responsables sobre el ejercicio de la sexualidad. Las hormonas y las drogas no son buenos consejeros.
- Desarrollar valores personales, como el respeto a nuestro cuerpo, a la vida, a las decisiones de los demás, al ejercicio de la sexualidad.
- Anteponer siempre un proyecto de vida profesional a uno emocional, que aún no se sabe cómo se podrá manejar.
Fuente: Cartilla de prevención del Ministerio de Salud y Deportes, Bolivia
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