El embarazo no ofrece a las mujeres ni al recién nacido ninguna
protección contra la sífilis congénita. Las consecuencias en una mujer
embarazada y su bebé pueden ser significativamente graves y hasta
mortales.
Luego de varios reportes presentados en
Bolivia, la sífilis congénita aparece en el país como una nueva amenaza,
con los índices más altos en Sudamérica. La prevalencia estimada en
niños nacidos de madres con sífilis es de 11 por cada 1.000 nacidos
vivos, informó la Coordinadora Nacional del Programa ITS/VHI/Sida del
Ministerio de Salud, Carola Valencia.
La sífilis congénita se presenta cuando una mujer embarazada contrae esta infección y le transmite a su hijo recién nacido, mediante el “treponema” (bacterias helicoidales) que se transporta a través de la placenta por medio de los líquidos o fluidos.
“Estamos catalogados como el país con los más altos índices de sífilis congénita en Sudamérica y eso nos ha preocupado bastante desde hace dos años, es por eso que nosotros estamos realizando varios proyectos para reducir los niveles de riesgo que ello representa. Una de las propuestas es la prueba gratuita para detectar la enfermedad en las mujeres embarazadas en los centros de salud”, sostuvo.
A juicio de Valencia la infección de sífilis congénita constituye en Bolivia un importante problema de salud pública, que afecta a las mujeres y sus recién nacidos de forma directa, y en consecuencia al entorno que les rodea.
La probabilidad de transmisión de la madre a su hijo o hija, cuando la mujer no es tratada adecuadamente, es cercana al 90%, por lo que en casos extremos el niño o la niña puede llegar a morir. “Entonces de ahí surge el gran problema de una mujer embarazada, porque puede transmitir la enfermedad al recién nacido; la sífilis tiene manifestaciones importantes en el bebé y puede presentar secuelas irreversibles, como la sordera, malformaciones y otras complicaciones.”
Según un estudio realizado el 2004, la prevalencia de sífilis en mujeres fue de 7,2%, por lo que la prevalencia estimada en niños nacidos de madres con esta enfermedad fue de 11 por cada 1.000 nacidos vivos. “Esta prevalencia es la más alta de la región”, dijo.
Asimismo, informó que según el estudio de “línea base en mujeres parturientas y puérperas” del año 2011, la prevalencia de sífilis era de un 19%, es decir que dos de cada 10 mujeres padecían de sífilis durante su embarazo.
Además, mencionó que la prevalencia estimada de VIH-Sida es de un 0,20%, es decir que dos de cada 1.000 embarazadas es portadora de esta enfermedad.
Esta situación que presenta el país, dijo, es un problema de salud pública, por lo que “hemos entrado a una fase sanitaria que busca controlar y eliminar la sífilis congénita. Tenemos un desafío grande en este tema y paralelamente trabajamos en la reducción de la transmisión materno infantil del VIH-Sida”.
La Resolución Ministerial No. 0521 de mayo de 2010, permite el acceso de las embarazadas a las pruebas de VIH y Sífilis, durante su control prenatal, con la finalidad de realizar el tamizaje en este grupo poblacional vulnerable y poder efectuar intervenciones oportunas de profilaxis de la transmisión vertical del VIH y la Sífilis Congénita.
“Ambas enfermedades son abordadas de manera conjunta y desde la gestión 2010, se ha lanzado una resolución ministerial dando la obligatoriedad a todos los centros de salud, que oferten la prueba rápida de sífilis como de VHI, para prevenir todas las secuelas, que pueden dejar estos males en el neonato”, remarcó.
Publicado por El Diario, La Paz-Bolivia
La sífilis congénita se presenta cuando una mujer embarazada contrae esta infección y le transmite a su hijo recién nacido, mediante el “treponema” (bacterias helicoidales) que se transporta a través de la placenta por medio de los líquidos o fluidos.
“Estamos catalogados como el país con los más altos índices de sífilis congénita en Sudamérica y eso nos ha preocupado bastante desde hace dos años, es por eso que nosotros estamos realizando varios proyectos para reducir los niveles de riesgo que ello representa. Una de las propuestas es la prueba gratuita para detectar la enfermedad en las mujeres embarazadas en los centros de salud”, sostuvo.
A juicio de Valencia la infección de sífilis congénita constituye en Bolivia un importante problema de salud pública, que afecta a las mujeres y sus recién nacidos de forma directa, y en consecuencia al entorno que les rodea.
La probabilidad de transmisión de la madre a su hijo o hija, cuando la mujer no es tratada adecuadamente, es cercana al 90%, por lo que en casos extremos el niño o la niña puede llegar a morir. “Entonces de ahí surge el gran problema de una mujer embarazada, porque puede transmitir la enfermedad al recién nacido; la sífilis tiene manifestaciones importantes en el bebé y puede presentar secuelas irreversibles, como la sordera, malformaciones y otras complicaciones.”
Según un estudio realizado el 2004, la prevalencia de sífilis en mujeres fue de 7,2%, por lo que la prevalencia estimada en niños nacidos de madres con esta enfermedad fue de 11 por cada 1.000 nacidos vivos. “Esta prevalencia es la más alta de la región”, dijo.
Asimismo, informó que según el estudio de “línea base en mujeres parturientas y puérperas” del año 2011, la prevalencia de sífilis era de un 19%, es decir que dos de cada 10 mujeres padecían de sífilis durante su embarazo.
Además, mencionó que la prevalencia estimada de VIH-Sida es de un 0,20%, es decir que dos de cada 1.000 embarazadas es portadora de esta enfermedad.
Esta situación que presenta el país, dijo, es un problema de salud pública, por lo que “hemos entrado a una fase sanitaria que busca controlar y eliminar la sífilis congénita. Tenemos un desafío grande en este tema y paralelamente trabajamos en la reducción de la transmisión materno infantil del VIH-Sida”.
La Resolución Ministerial No. 0521 de mayo de 2010, permite el acceso de las embarazadas a las pruebas de VIH y Sífilis, durante su control prenatal, con la finalidad de realizar el tamizaje en este grupo poblacional vulnerable y poder efectuar intervenciones oportunas de profilaxis de la transmisión vertical del VIH y la Sífilis Congénita.
“Ambas enfermedades son abordadas de manera conjunta y desde la gestión 2010, se ha lanzado una resolución ministerial dando la obligatoriedad a todos los centros de salud, que oferten la prueba rápida de sífilis como de VHI, para prevenir todas las secuelas, que pueden dejar estos males en el neonato”, remarcó.
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