Los
resultados de la última Encuesta Nacional de la Adolescencia y Juventud
(ENAJ), levantada en 2008, da cuenta de que, en Bolivia, el nueve por
ciento de las niñas de 13 y 14 años estuvo embarazada al menos una vez.
Aunque no se cuenta con datos oficiales más recientes, los expertos que elaboraron la encuesta defienden la tendencia de que los índices se han elevado.
Las razones. La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Diddie Schaaf, señaló que una de las causas por las que las menores se embarazan es la falta de información sobre educación sexual, además de que esta temática es todavía un tabú entre los adolescentes, lo que genera dificultad y hasta vergüenza abordar temas relativos a ésta.
“Hay bastantes mitos, ya que piensan que por ser la primera vez que tienen relaciones sexuales no se embarazarán, lo que es totalmente falso”.
Explicó que las menores distorsionan la realidad porque crean a su alrededor una falsa inmunidad respecto del embarazo. “Creen que a ellas no les sucederá como a otras de sus compañeras y es por eso que no ven la verdadera realidad de las cosas”.
Las percepciones. Un informe elaborado por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Asociación Cuna, una organización no gubernamental especializada en el tema de salud sexual y reproductiva en menores, indica que en La Paz, durante 2011, tres de cada 10 estudiantes de 14 a 16 años mantuvieron su primera relación sexual, mientras que en la ciudad de El Alto, dos de cada 10 de estas niñas iniciaron su vida sexual.
El informe en cuestión menciona que está claro que existe una brecha entre ambas ciudades debido a que los adolescentes y jóvenes alteños son más conservadores que los paceños.
Esto puede obedecer al hecho de que la mayoría de los padres de los menores alteños son migrantes que provienen de las áreas rurales del altiplano.
En referencia a la ocurrencia de embarazos, el 35 por ciento de las adolescentes comprendidas entre los 14 y los 16 años experimentó al menos un embarazo, mientras que el 18 por ciento se embarazó una vez, y el 10 por ciento lo hizo entre dos y tres veces.
Según la Asociación Cuna, el acceso a la información sobre temas de sexualidad debe ser prioritario para prevenir embarazos no deseados, con cuya finalidad es necesario desarrollar diversas actividades orientadas a que las y los adolescentes dejen de lado los prejuicios infundados y participen en políticas públicas sobre derechos sexuales.
Esta información es básica para el disfrute de la sexualidad.
el caso de los varones. Cuando se consultó a los varones comprendidos en la misma franja etaria, el 78 por ciento respondió que nunca había embarazado a su pareja, en tanto que el 22 por ciento dijo haber enfrentado al menos una vez la concepción de un hijo o hija.
Dentro de este universo, el 7 por ciento de los jóvenes admitió que lo hizo en una ocasión; el 4 por ciento, dos veces, y otro 4 por ciento, tres o más veces. El restante 7 por ciento dijo no estar seguro de haber embarazado a alguna de sus parejas.
Según el reporte definitivo de la Asociación Cuna, estos datos “demuestran la inmadurez y falta de preparación emocional en los adolescentes, aunque no se puede generalizar a todos”.
Aunque no se cuenta con datos oficiales más recientes, los expertos que elaboraron la encuesta defienden la tendencia de que los índices se han elevado.
Las razones. La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Diddie Schaaf, señaló que una de las causas por las que las menores se embarazan es la falta de información sobre educación sexual, además de que esta temática es todavía un tabú entre los adolescentes, lo que genera dificultad y hasta vergüenza abordar temas relativos a ésta.
“Hay bastantes mitos, ya que piensan que por ser la primera vez que tienen relaciones sexuales no se embarazarán, lo que es totalmente falso”.
Explicó que las menores distorsionan la realidad porque crean a su alrededor una falsa inmunidad respecto del embarazo. “Creen que a ellas no les sucederá como a otras de sus compañeras y es por eso que no ven la verdadera realidad de las cosas”.
Las percepciones. Un informe elaborado por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Asociación Cuna, una organización no gubernamental especializada en el tema de salud sexual y reproductiva en menores, indica que en La Paz, durante 2011, tres de cada 10 estudiantes de 14 a 16 años mantuvieron su primera relación sexual, mientras que en la ciudad de El Alto, dos de cada 10 de estas niñas iniciaron su vida sexual.
El informe en cuestión menciona que está claro que existe una brecha entre ambas ciudades debido a que los adolescentes y jóvenes alteños son más conservadores que los paceños.
Esto puede obedecer al hecho de que la mayoría de los padres de los menores alteños son migrantes que provienen de las áreas rurales del altiplano.
En referencia a la ocurrencia de embarazos, el 35 por ciento de las adolescentes comprendidas entre los 14 y los 16 años experimentó al menos un embarazo, mientras que el 18 por ciento se embarazó una vez, y el 10 por ciento lo hizo entre dos y tres veces.
Según la Asociación Cuna, el acceso a la información sobre temas de sexualidad debe ser prioritario para prevenir embarazos no deseados, con cuya finalidad es necesario desarrollar diversas actividades orientadas a que las y los adolescentes dejen de lado los prejuicios infundados y participen en políticas públicas sobre derechos sexuales.
Esta información es básica para el disfrute de la sexualidad.
el caso de los varones. Cuando se consultó a los varones comprendidos en la misma franja etaria, el 78 por ciento respondió que nunca había embarazado a su pareja, en tanto que el 22 por ciento dijo haber enfrentado al menos una vez la concepción de un hijo o hija.
Dentro de este universo, el 7 por ciento de los jóvenes admitió que lo hizo en una ocasión; el 4 por ciento, dos veces, y otro 4 por ciento, tres o más veces. El restante 7 por ciento dijo no estar seguro de haber embarazado a alguna de sus parejas.
Según el reporte definitivo de la Asociación Cuna, estos datos “demuestran la inmadurez y falta de preparación emocional en los adolescentes, aunque no se puede generalizar a todos”.
30 por ciento de adolescentes encuestados dice que los embarazos no deseados son producto de la desinformación.
El
29 por ciento de Las menores que están en esta circunstancia dejan a su
bebé al cuidado de su familia por su falta de madurez para asumir el
rol de madre, mientras que el 9 por ciento optó por interrumpir su
embarazo, es decir, someterse a un aborto.
Más datos
El
condón masculino es el método anticonceptivo más usado, en un 33 por
ciento, por adolescentes de La Paz y El Alto, según la Asociación Cuna.
ANTICONCEPTIVOS
El 41 por ciento de adolescentes que mantuvo relaciones sexuales por primera vez no usó ningún método anticonceptivo.
El 8,9 por ciento empleó el ritmo calendario; el 6,6 por ciento, el coito interrumpido, y el 4 por ciento, el condón femenino.
ANTICONCEPTIVOS
El 41 por ciento de adolescentes que mantuvo relaciones sexuales por primera vez no usó ningún método anticonceptivo.
El 8,9 por ciento empleó el ritmo calendario; el 6,6 por ciento, el coito interrumpido, y el 4 por ciento, el condón femenino.
Publicado por La Prensa La Paz Bolivia
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